Con profunda tristeza tuve que despedirme de mi gatico Miau el 23 de abril. Lloro por su partida y las palabras no alcanzan para expresar mi dolor.
Quedan los recuerdos de los momentos felices y el consuelo de haberle brindado todo el amor y cuidado posibles, de estar hasta el último momento a su lado.
He sido afortunado al compartir 3 años de amor con un compañero leal y realmente bueno que extrañaré cada día.
Nunca olvidaré todos los momentos que pasamos juntos. Buen viaje.
Te quiero hoy y siempre, Miau.